martes, septiembre 26, 2006

Ausencia

El señor Croquis me honra con un comentario en la entrada anterior, preguntándome cómo es que desvarío tan poco. La razón es que estoy en Lanzarote, vegetando por una semana y experimentando lo que son unas vacaciones de verdad, de esas en las que no hay una montaña de libros y apuntes sobre mi mesa. Unas vacaciones en las que las mañanas se alargan lo indecible y las tardes se consumen en siestas poco saludables y libros recomendados. Me aburro tanto que estoy pensando en ir a una finca en la que mi padre plantó parras nuevas y hacer los muros de abrigo. ¡Es terrorífico y fantástico a la vez!

El 2 de octubre vuelvo a Madrid, a buscar trabajo y a ver si tengo suerte con la convalidación de una asignatura. Para entonces ya tendré nuevos desvaríos que contar.

martes, septiembre 12, 2006

Naturaleza

En mis ratos de descanso ("descansas más que estudias", dirán algunos), leo suplementos dominicales atrasados, tanto de El País como de El Mundo, que encuentro en la planta baja de la biblioteca. Del Magazine de El Mundo me encanta lo mal que disimula su verdadera naturaleza de catálogo de tendencias. El País Semanal tira más por la decoración y la nouvelle cuisine. En éste último llevan algunos números publicando cartas de lectoras que jalean a una columnista por escribir en contra de la obstetricia en España y reclamando "un parto más natural". Dicen que es una vergüenza que en nuestro país se trate a las embarazadas como si fueran enfermas, que no se les deje elegir, que se las dilate de modo artificial, etc, etc... También se han publicado algunas cartas de profesionales indignados por las críticas, pero tanto la colunmista como quienes la aplauden se han anticipado a estas respuestas diciendo que su indignación se debe al corporativismo, al inmovilismo y a la soberbia de la profesión médica.
Como no soy médico ni estudio para serlo, no puedo dar una opinión cualificada al respecto. Tampoco voy a buscar datos sobre si es cierto que las técnicas usadas en España para asistir a la parturienta son las que proporcionan un parto menos doloroso y/o peligroso, sobre si la mortandad es mayor o menor en nuestro país que en otros que abogan por un "parto natural". Sin embargo, me llama la atención la asociación de lo "natural" con lo "deseable". Es una retórica muy moderna (paradójicamente), huir de lo artificial y lo fabricado para abrazar la naturaleza, lo primario. Conjurar la alienación de la sociedad de consumo cantando loas a lo natural, lo simple, lo "auténtico". Todo esto me llama la atención porque no estoy del todo seguro de que lo "natural" sea lo deseable. Veamos algunos ejemplos:
- Los medios de transporte no son naturales. Lo natural es ir a pie, no en avión, coche, metro o bicicleta. A lo sumo, sería aceptable ir a lomos de un animal.
- Los zapatos no son naturales. Lo natural es ir a pie, descalzo.
- Los inodoros no son naturales. Lo natural es hacer un hoyo en la tierra con las manos y evacuar en él.
- El agua corriente no es natural. Lo natural es tener que ir a buscar el agua a un río, o esperar a que llueva.
- El papel no es natural. La escritura no es natural. Lo natural es ser analfabeto, carecer de cualquier tipo de cultura.
- Cocinar los alimentos no es natural, lo natural es comerlo todo crudo.
- Los edificios no son naturales. Lo natural es vivir en una cueva, o al raso.
Y así podría seguir durante horas. No sé si será lo natural, pero lo normal, lo que llevamos haciendo desde que a un mono habilidoso se le ocurrió utilizar una herramienta, es huir de lo natural para procurarnos de un modo artificial una existencia más cómoda y segura. Así que si yo fuera mujer y fuera a parir, antes que desgarrarme de dolor durante horas, corriendo además un mayor riesgo de morir o de perjudicar la salud del bebé, preferiría ir a un hospital y tener un parto todo lo artificial, cómodo y seguro posible.
Pienso que es lo más razonable, ¿o no?