lunes, abril 30, 2007

Nuevo anuncio

Voy a cambiar mi anterior anuncio por este otro:

"Se busca mujer no excesivamente fea ni histérica con la que poder charlar sobre Feyerabend, Wittgestein, antropología y free jazz en un café donde no permitan fumar."

Me parece que ahora sí que puedo sentarme a esperar.

domingo, abril 29, 2007

Autoayuda

«Es tan fácil como efectivo fingir que se es tonto y despistado. Si adoptamos un aire ausente y un comportamiento disfuncional, añadiendo de vez en cuando una conveniente y tímida sonrisa como de disculpa por nuestra torpeza, estaremos muy cerca de conseguir nuestro objetivo.
[...]
Como queda demostrado, una gran mayoría detesta en secreto (y no tan en secreto) a quienes hacen ostentación de su inteligencia. En cambio, la respuesta ante un individuo que exhiba capacidades manifiestamente inferiores oscilará entre la compasión y la desenfadada impaciencia ("trae, que te ayudo"). Por lo tanto, fingirse moderadamente estúpido puede considerarse un modo óptimo de ganarse la simpatía y la colaboración de aquellas personas cuyo concurso estimemos necesario para lograr nuestros fines.»

(Cómo influir en la gente y llevar el agua a tu molino de forma discreta y políticamente correcta. Fritz D. Makleberger, 1.987)

viernes, abril 27, 2007

Enlaces

Queridos lectores:
Si quieren sabotear mi Operación Bikini, hagan click en los siguientes enlaces:
[Ya puedes ir haciendo el dulce de leche, hermanita.]
Si, como yo, piensan que la mejor relación calidad/precio posible se obtiene con los bienes y servicios gratuitos, ésta página puede resultarles muy interesante.
Éstos también se apuntan a limpiar, fijar y dar esplendor, a su manera. Imprescindible el artículo "¿Puede un futbolista romperse un tobillo ajeno?"
Si alguna vez se han visto tentados de descargar toda su bilis analizando con sarcasmo las estupideces ajenas (nunca las propias) con un cierto tonillo "estoy de vuelta de todo, chaval", sin duda sintonizarán con este artículo y, probablemente, con el resto de artículos de esa misma página, que si bien no tienen tanta calidad literaria como los de ésta otra, al menos tienen unos pie de fotos graciosos. Y, hablando de La Página Definitiva, aprovecho para enlazar este artículo que, desde la entradilla hasta la última frase, es toda una joya.
Para terminar, lean este poema, que cantado por Paco Ibáñez es aún más épico. Si no tienen el disco, búsquenlo aquí o aquí. Estos dos últimos los pongo para protestar porque hayan declarado el día de mi cumpleaños como "Día Mundial de la Propiedad Intelectual". Ya no dejan a uno ni envejecer tranquilo. Cabrones.

jueves, abril 26, 2007

Efemérides

26 de abril:

121 Nace el emperador Marco Aurelio.
1.710 Nace el filósofo Thomas Reid.
1.731 Muere el escritor Daniel Defoe.
1.798 Nace el pintor Eugène Delacroix.
1.904 Primer gobierno socialdemócrata en el mundo en Australia.
1.936 Triunfo electoral del Frente Popular en Francia.
1.937 La ciudad de Guernica es arrasada por la aviación alemana.
1.984 Muere la figura del jazz Count Basie.
1.986 Accidente nuclear en Chernobyl.

Y, por supuesto, en 1.980 nací yo.

Gracias.

lunes, abril 23, 2007

Gamberrada pendiente

Tal día como hoy, ir a la Biblioteca de la Universidad (o a cualquier otra) y, a la hora en que haya más gente, gritar:

- "¡Feliz día, Libros!"

Y luego salir corriendo, claro.
[La dejo apuntada para otro año.]

domingo, abril 22, 2007

¡Al fin lo encontré!

Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana... leí esta historia en una página web que luego, por mucho que la busqué, no pude volver a encontrar. Ni siquiera el gran Alí supo decirme quién era este singular presidente africano, aunque en su favor hay que decir que los detalles que yo recordaba de la historia eran más bien escasos.
Esta mañana, después de tanto tiempo, en un momento de lucidez (y aburrimiento) he comprobado una vez más que Google todo lo puede. Bastaba con acudir al Oráculo de internet y hacer la siguiente búsqueda:
Todo un visionario, el Presidente Sankara: prohibir la calefacción y poner a los funcionarios a hacer deporte. Si eso no es una revolución, nada lo es.
¡Siempre contigo en la lucha, camarada Tom Sank!

lunes, abril 16, 2007

Regalito 2.0

[Dedicado a Charly R. Braun.]
Porque, no nos engañemos, ¿quién tiene la culpa de que los niños de África mueran de hambre? ¿Beckham? Nada más lejos de la realidad. La culpa es de los movimientos antiglobalización y de la realeza y aristocracia europea, máxima beneficiara de la PAC. Si no fuera por todos esos tontos útiles de la burguesía ineficiente (y por tanto, proteccionista) occidental, los capitales y mercancías podrían fluir libremente hacia y desde África, cayendo como maná sobre esos países que han sido empobrecidos por sus gobiernos.
Es por culpa de esa turba de alborotadores y revolucionarios de pega, que los niños del Tercer Mundo no mueren de una forma éticamente aceptable: por accidente laboral, enfermedad profesional, agotamiento, alcoholismo o drogadicción, o bien siendo asesinados al intentar organizar un sindicato.
Los niños que sobreviviesen al trabajo en una mina de diamantes podrían ver cómo su nivel de vida mejora marginalmente gracias a que las esposas de algunos futbolitas tienen caprichos brillantes, si no fuera porque algunos sindicalistas corruptos y jóvenes ignorantes andan por ahí quemando McDonald's a las órdenes de José Bové.
[Algún día habrá que explorar a fondo las posibilidades de los tópicos liberales y anarcocapitalistas como retórica delirante de la revolución -aunque sea de otra revolución totalmente diferente-]

sábado, abril 14, 2007

Consulta bibliográfica

¿Se sabe si Theodor W. Adorno escribió algún ensayo sobre estética?
Lo pregunto porque, de haberlo hecho, resultaría una lectura imprescindible.

Deseo

Cuando sea grande, quiero ser capaz de escribir algo así.

jueves, abril 12, 2007

Regalito

Esta noticia habrá escandalizado a muchos e irritado a algunos, pero me temo que a nadie puede haber sorprendido: no es más que el enésimo absurdo del inefable mundo del muchimillonarismo. Alguna más gorda caerá, más pronto que tarde. Y si no, tiempo al tiempo...
Es más que probable que alguno de los demagogos habituales se haya llevado las manos a la cabeza al leer esta noticia. Es más, seguro que no habrá desaprovechado la oportunidad de condenar el lujo desmedido, la falta de vergüenza, el desatino mayúsculo, la podredumbre plutocrática... Me lo imagino diciendo: "¡Esto ocurre mientras miles de niños mueren de hambre!" Como si eso tuviera algo que ver. ¿Acaso nuestro querido David estaba obligado a invertir esos dos millones de dólares en papilla infantil, para ir personalmente por África dando de comer a los raquíticos pequeñuelos, al ritmo de "esta por mamá", "esta por papá", "esta por Victoria", mientras algún asesor de imagen le espanta las moscas? ¡Por supuesto que no! Los milloncejos que buenamente ha ganado, con libertad habrá de gastar. Lo demás es hipocresía o, en el peor de los casos, un disgusto meramente estético.
Niños, repitan conmigo: "ca-pi-ta-lis-mo." Y, de paso, recuerden que los casos como éstos no son más que la elevación al límite de muchas injusticias cotidianas. Cualquiera de nosotros, sólo con saber leer y escribir, y disfrutando de agua potable todos los días, ya es todo un privilegiado, comparado con una gran parte de la población mundial.
Desde luego, es mucho más fácil señalar con el dedo y hacernos cruces, pero mejor sería que miráramos al bosque en vez de a los árboles.
Y que nos dejáramos de chuminadas.

martes, abril 03, 2007

Misantropía

Me estoy haciendo viejo y gruñón. En realidad siempre lo he sido, pero estoy llegando a niveles insospechados en una y otra cualidad.
Hace unas cuantas semanas acabé, sin proponérmelo, metido en la fiesta de cumpleaños de un desconocido. Yo había quedado con una amiga (en realidad, uno de mis amores sufridos e imposibles, pero eso no importa ahora), para verla antes de que volviera a la ciudad donde vive, y ella había quedado con otra amiga suya, que a su vez iba a reunirse con unos amigos en la citada fiesta de cumpleaños. Dado que me aturden las aglomeraciones y me siento cohibido e incómodo teniendo que relacionarme con personas que no conozco, o que no me interesan, tan pronto como entré en el piso busqué la esquina más discreta donde pasar desapercibido (o intentarlo), deseando que mi amiga (en realidad... ah, ya lo había dicho) no me abandonara a mi suerte entre todos aquellos extraños.
Por supuesto, cuando estoy mareando en el vaso los hielos de mi ya extinto trago de ron, preguntándome si habrá pasado el tiempo suficiente como para poder irme sin parecer un lunático que llega, saluda y se va, llaman por teléfono a mi amiga, así que me deja solo, muerto de pánico y deseando que sea una llamada corta, para buscar una habitación donde el nivel de ruido permita mantener una conversación telefónica. Espero a solas (dentro de lo posible), mirando con detenimiento la punta de mis pies, hasta que se acerca una chica que me han presentado al llegar. Intenta trabar conversación conmigo, ocurrencia que me espanta: no tengo nada que decirle ni me interesa lo que diga. Lo cierto es que se trata de la típica chica con la que cualquier hombre se mostraría instintivamente amable y solícito: tiene unos ojos preciosos, una cara agradable y un generoso escote que dejaba ver un busto de formas redondeadas, firme y terso (no hubo comprobación empírica de este último punto por mi parte, pero la piel tenía un aspecto muy saludable). Es una pena que su voz chillona, su forma ridícula y exagerada de gesticular y su capacidad de ser banal hasta la náusea estropeen el conjunto. Había un tópico al respecto, pero no creo que sea necesario repetirlo.
El caso es que, contrariando los dictados de la naturaleza, no le doy conversación: me limito a asentir con fastidio y a responder con monosílabos a sus preguntas. Por fortuna, no tarda mucho en desistir, dejándome de nuevo ensimismado en mi rincón. Cuando vuelve mi amiga, ya es hora de marcharnos, así que bajamos a comer algo y hablar un rato antes de despedirnos. Sin embargo, no encuentro gran cosa que decirle, de modo que cenamos rápido y nos despedimos. Me dice que vaya a visitarla algún fin de semana. Le digo que lo intentaré, pero no es cierto: tengo bastante con la frustración de todo lo que callo las pocas veces que la veo, como para encima buscar más.
Viejo, gruñón y patológicamente callado. ¡Qué cuadro!

domingo, abril 01, 2007

Aniversario

Hoy hizo dos años, pero sólo lo recordé para convencerme de que no era un buen día para llamarla, no quería que creyese que había esperado a hoy para hacerlo. Sé que es improbable que ella hiciese una suposición así, porque ni siquiera creo que recuerde qué sucedió hace dos años: un mismo acontecimiento no tiene igual importancia para todos sus protagonistas. Sin embargo, mi apatía no necesita de razones muy sofisticadas.
Hay que encontrar un nombre para esa rara sensación que se produce cuando, después de fingir durante mucho tiempo que algo no te importa, al enfrentarte a ello de nuevo descubres con asombro que ya no te hace falta fingir. No sabrías decir qué ha cambiado, pero te das cuenta de que lo impostado ya no es la tranquilidad exterior, sino la agitación interior.
Y en vez de sentirte libre, te invade la melancolía.