Festival de Flamenco

Audiencia récord para el Festival de Flamenco retransmitido ayer en casi todas las televisiones. Actuaron:

PULPITO GAVIOTERO

y EL NIÑO DE LA ROSA.Por desgracia, a última hora se cayó del cartel el incomparable AGUJETAS

El público consideró que había cantado ligeramente mejor El Niño de la Rosa, aunque sin distanciarse demasiado de Pulpito. Ninguno de los dos arriesgó a la hora de elegir los palos que atacar, ni se aventuró a innovar con las letras, ya escuchadas por todos en anteriores representaciones. La lamentable ausencia de Agujetas nos privó de la posibilidad de ver algo nuevo en este festival de flamenco, que tendrá una nueva edición el día 3 de marzo. Esperemos que para entonces, Pulpito y el Niño de la Rosa ofrezcan algo novedoso a los cansados oídos de sus seguidores.

[Agujetas no es un trasunto o evocación de Llamazares, que ya tiene bastante con lo que tiene y no pinta nada en los espectáculos del bipartidismo. Agujetas es un cantaor que da mucho miedo.]

[Leer la edición digital de El Mundo por las mañanas es inspirador. De ahí cogí las fotos del debate. Si hay algún problema de copyright... dudo que alguien lo note, porque para cuatro que visitan este blog, no creo que ninguno vaya a denunciarme.]

Irrealidad

Hace años soñé que me compraba un SEAT 127 de cuarta o quinta mano, con el que podría ir de un lado a otro por Madrid. El sueño era perfectamente irreal, porque en aquella época no hubiera sido capaz de ahorrar ni las 100.000 pesetas que se pedían por un 127, pero al mismo tiempo resultó un sueño muy vívido. Tanto, que tiempo después todavía "me acordaba" repentinamente de que tenía un coche aparcado en algún lugar, cogiendo polvo y sintiéndose olvidado. Trataba de recordar dónde lo había dejado, hasta que caía en la cuenta de que el asunto del 127 había sido sólo un sueño.

Creo que ese sueño fue una manifestación de mi sentimiento de culpa por uno de mis pecados imperdonables: consentir que unos chicos de mi pueblo destripasen el SEAT 127 viejo y roto de mi padre, para quedarse con el motor y tirar el resto a un vertedero, donde reposa cubierto de toneladas de escombros y lavadoras estropeadas. El primer coche de mi padre, el coche donde aprendí rudimentariamente a conducir a los 15 años, el que quería reparar, conservar y cuidar como si se tratase de una joya de época. Sólo era un coche, claro, pero le tenía cariño.

Lo cierto es que, si me hubiera empeñado en conservarlo, hoy no sería más que una carcasa irrecuperable, comida por el óxido, cubierta de meados de gato y con la pintura y los sillones cayéndose a trozos. Ya lo sé, pero si el sentimiento de culpa cediera ante los argumentos racionales, no existiría.

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Al final me he comprado un coche, anteponiendo la comodidad a otras consideraciones. Ayer me entregaron por fin un Opel Astra que huele tanto a nuevo que tengo que ir con las ventanillas bajadas para no asfixiarme. Hoy he dado una vuelta a Madrid (literalmente: me he recorrido toda la M-40 en redondo) para irme acostumbrando a la idea de conducir aquí. Si ya conduzco fatal en Lanzarote, no quiero imaginar qué "proezas" cometeré aquí, pero por ahora no parece tan difícil.

Ahora, de noche, tengo la misma sensación que con el 127 de mi sueño: ¿dónde lo dejé aparcado? ¿Es real esta vez?

Tiempos extraños

Uno no sabe ya a qué atenerse. De un tiempo a esta parte, resulta que "Democracia" ya no es "poder del pueblo", ni siquiera en su tímida encarnación burguesa, la democracia representativa. Si un determinado pueblo extranjero vota algo que no nos conviene, no es Democracia. Cuando demos un golpe de Estado en su país para poner al gobernante que nos interesa, eso sí será Democracia.

También resulta que las Dictaduras ya no son como antes, han perdido omnipotencia. Por lo visto, ahora, si un "dictador" pierde un referéndum, acata el resultado. Es más, algunos "dictadores" parecen sentir una exagerada pasión por todo tipo de votaciones, que no dejan de celebrarse en sus países. Y en otra "dictadura" resulta que la gente puede cuestionar todo con libertad y reflexionar sobre todo sin límites, mientras que aquí nos carcome el pragmatismo y la economía cotidiana, y nos damos por satisfechos. Y el dictador, en lugar de morir en la cama sin soltar el bastón de mando, es capaz de renunciar al poder y reconocer que si en otro tiempo se aferró a él, fue una equivocación.

Así es difícil saber si se está a favor de las "Democracias" o de las "Dictaduras". Uno no sabe ya a qué atenerse.

Revista de... ¿prensa? Más bien de blogs, ¿no?

En el videoclub dominical de la semana pasada, el Camarada Bakunin nos presentaba dos grandes descubrimientos. El primero de ellos, un adalid del pensamiento racional y del escepticismo peliculero: Captain Disillusion. "Love with your heart. Use your head for everything else". Claro que sí, campeón.

El segundo hallazo es este blog, que nos muestra las reflexiones en vídeo del Doctor Repronto y su laboratorio. Aquí se puede ver la primera temporada completa. Gracias a este vídeo he entendido, por fin, no sólo qué significa el título "Watermelon Man", sino también por qué el señor del siguiente vídeo se dedica a comer sandía como si le fuera en ello la vida:

Por último... ¡¡¡volvió Pilimindrina!!! Uno de los primeros blogs a los que me enganché vuelve a la carga, con la misma prosa ágil e ingeniosa de siempre, y todo el blablablá típico que se suele decir en estos casos. Vamos, que está muy bien, que se pasen por allí.