Clasificación divagante (Divagación clasificatoria)
Siguiendo aquel conocido adagio, según el cual "Existen tres tipos de personas: los que saben contar y los que no", voy a proponer otra clasificación imprecisa y, probablemente, tan válida como la anterior.
A bote pronto, hay tres tipos de personas:
* Un primer grupo de personas sería el formado por aquellas que, cuando no tienen nada que decir, callan. Un subtipo de este grupo se correspondería con quienes callan pero asienten. Otro subtipo más sería el de aquellos que callan, sonríen y asienten. Todos ellos, dependiendo de qué digan en los momentos en que no callan, pueden ser considerados sabios (véase Bob el Silencioso) o tontos de remate (abundan los ejemplos).
* Un segundo tipo de personas estaría formado por aquellos que, con tal de no perder baza en una conversación, dicen lo primero que se les viene a la cabeza. Dependiendo de la conversación y de lo bien amueblada que esté la susodicha cabeza, estos individuos pueden ganarse fama de graciosetes, de idiotas o de genios.
* Por último, tenemos un grupo al que podríamos bautizar con el sobrenombre de "pues mis cojones son redondos". Este apelativo se lo ganan a pulso quienes, no teniendo nada que decir, procuran soltar algún exabrupto que llame bien la atención de los demás. Son imitadores de Torrente, o de un imitador de Torrente, o de cualquier otro personaje lo bastante soez y graciosillo (del mismo modo en que hay mujeres que imitan a Bridget Jones sin darse cuenta de que es una parodia, no un modelo a seguir). Participan con entusiasmo de esa tendencia/moda/actitud tan notoria del "chabacano cool". Son prontos a la grosería, a la descalificación gratuita, al tópico y al comentario hiriente (nunca de alguien que esté presente, claro). Sus comentarios rara vez aportan algo valioso a una conversación, y suelen estar rematados con un "¡macho!" u "¡hostia ya!" Éstos tienen fama de plastas y desagradables, excepto entre sus semejantes.
Si hay algún otro tipo, que lo investigue otro, que por hoy he divagado bastante.
[De la serie "Motivos por los que no viene mal cambiar de aires cada cierto tiempo".]
1 Comments:
Querido Cronista,
por la presente te comunico la falta de un tipo en tu detallada clasificación de las personas (de tipo cartesiano, solo has descrito tres, ergo falta una): los que tienen algo que decir pero a pesar de todo se callan.
Son un tipo más común de lo que parece, pero se confunde a menudo con el primero descrito por ti, porque al cabo del tiempo, la gente piensa que no hablan porque no tienen qué decir.
De ellos hay dos subespecies, los que de repente hablan asustando/maravillando a todo el mundo, y los que se reprimen al infinito y al final acaban matando a la vecina del quinto y guardando sus restos en el congelador.
He dicho.
Publicar un comentario
<< Home