miércoles, junio 14, 2006

Todo al revés

Un día, pensando en huir de la rutina, quiso hacerlo todo al revés. Siendo como era un tipo metódico, empezó a ejecutar su plan desde bien temprano y, a la hora de levantarse, se acostó.
Así, durmió todo el día y, como siempre, no hizo nada.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

A mí me pasa algo así con la hora de la siesta. Duermo a las cinco y, sin saber cómo, llegan a dar las ocho y media de la tarde... (eso si alguien me recuerda que he de cenar, claro está)

1:33 p. m.  
Blogger Lilith said...

Yo una vez intenté ir cabeza abajo todo el día, pero antes de llegar al baño descubrí que mis aptitudes para la gimnasia eran nulas y decidí no transgredir el orden establecido... soy más feliz, aunque, a veces, en medio de la noche, me asalta la duda...

8:12 p. m.  

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