jueves, enero 25, 2007

Poesía urbana

Cuando nieva es como si lloviera despacito y los coches aparcados acabaran de salir del congelador. Te abrochas el abrigo, te pones la capucha, te subes la bufanda hasta la nariz, se te empañan las gafas... Te bajas la bufanda un poco y, a pesar de tu aspecto, no te dedicas a la guerrilla urbana sino a caminar con cuidado por esas aceras casi congeladas que amenazan con hacerte caer. Y así, cuando llegas con una antelación exagerada pero prudente a pedir turno para pedir cita en el hospital (endevé cómo está el patio, oiga), descubres lo agradable que resulta, en una gélida mañana de enero, sentir cómo tus vaqueros se descongelan y la sensibilidad vuelve a tus piernas.
Aujourd'hui tout va bien.
[Croquis, se pronuncia "oyugduí tut vabián", ¿verdad?]

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Uí.

et pourquoi pas un pantalon de pané, plutôt que vaqueré? C´est pli
pratiqué pur l´invierné.

10:37 a. m.  

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