jueves, noviembre 09, 2006

Entrevistas de trabajo

Con cada entrevista de trabajo a la que voy, más me convenzo de que no son más que una charada dirigida al disfrute sádico del entrevistador y la humillación del entrevistado. No creo que sea lógico estudiar dos carreras y que me pregunten por el nivel profesional de mis padres, insistan tres veces en confirmar que no tengo experiencia profesional ("pero, ¿cuando dices ninguna es ninguna?") y me interroguen de cuatro formas distintas sobre qué rama del Derecho me interesa, como si la primera vez no hubiera dado una respuesta suficiente (entendiendo que al no haber trabajado antes, ni en asesoría legal ni en ninguna otra cosa, poca idea puedo tener de qué tipo de trabajo quiero desempeñar). También es muy gracioso que me pregunten cuáles son mis intereses profesionales. "Pues mire, señora, dado que he estudiado Derecho y Economía, estoy indeciso entre la horticultura y la restauración de catedrales góticas, ¿sabe?"
Cada vez estoy más dispuesto a trabajar en un supermercado como reponedor, y no necesariamente como algo temporal. También podría comprar un saxofón a plazos, ir a unas clases y luego dedicarme a atormentar a los viajeros de Metro. Es probable que así saque más provecho que con una mierda de beca a media jornada por 300 euros mensuales.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Dedícate a la horticultura, es el futuro. O aún mejor, como dice mi madre, hazte fontanero, gana dinero, y luego dedícate a algo que te guste de verdad (con todo mi respeto hacia los fontaneros).

12:43 a. m.  

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