Van por la calle John McLaughling y Chick Corea con una camiseta de Spiderman...
Y tocan en Ankara un concierto de dos horas que me gustó hasta a mí. Y digo "hasta" porque fui al concierto sin conocer gran cosa ni de Chick Corea ni de John McLaughlin, aparte de haber escuchado hace siglos el Bitches Brew y haber visto algunos vídeos de la Mahavishnu Orchestra y de Shakti que me ponía el Sr. Fraseos, más o menos en la misma era geológica. Mucho menos sabía de la vida y milagros de los otros tres músicos que formaban la "Five Peace Band". Y aún así, a pesar de no poder reconocer ni un sólo tema aunque mi vida dependiera de ello, me gustó.
Por otra parte, tampoco tiene mucho sentido decir "hasta", porque por pura falta de conocimientos me sería imposible ponerme exigente. Pero el tal Kenny Garrett se puso a hacer solos como si quisiera romper el saxofón y me hizo recordar que un poco de música desasosegante puede ser perfecta para según qué estados de ánimo. Siempre se agradece encontrarte con algo que te haga revolverte en el asiento... Para quedarte igual que estás siempre tienes a la Terremoto de Alcorcón (otra grande de la música, pero de otra manera).
Aparte del concierto, las cosas siguen igual en Ankara, con su cerveza Efes, su idioma incomprensible (cada día un poquito -muy poquito- menos) y sus grupos de versiones en las discotecas. Esos grupos de versiones con una maravillosa falta de prejuicios, que lo mismo te tocan una de Depeche Mode que una de Duffy o de Rage Against The Machine. Y, como no, algún que otro gran éxito turco:
No he actualizado desde hace siglos por dos motivos. En primer lugar, porque apenas tengo tiempo suficiente para escribir cosas coherentes o, al menos, que merezcan ser leídas. En segundo lugar, porque tengo una facilidad pasmosa para adaptarme a la rutina y ahora apenas me llaman la atención cosas que, seguramente, serían dignas de contarse si se mirasen con otros ojos. Un día de estos me cambiaré los ojos y escribiré un par de entradas decentes.
Por otra parte, tampoco tiene mucho sentido decir "hasta", porque por pura falta de conocimientos me sería imposible ponerme exigente. Pero el tal Kenny Garrett se puso a hacer solos como si quisiera romper el saxofón y me hizo recordar que un poco de música desasosegante puede ser perfecta para según qué estados de ánimo. Siempre se agradece encontrarte con algo que te haga revolverte en el asiento... Para quedarte igual que estás siempre tienes a la Terremoto de Alcorcón (otra grande de la música, pero de otra manera).
Aparte del concierto, las cosas siguen igual en Ankara, con su cerveza Efes, su idioma incomprensible (cada día un poquito -muy poquito- menos) y sus grupos de versiones en las discotecas. Esos grupos de versiones con una maravillosa falta de prejuicios, que lo mismo te tocan una de Depeche Mode que una de Duffy o de Rage Against The Machine. Y, como no, algún que otro gran éxito turco:
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No he actualizado desde hace siglos por dos motivos. En primer lugar, porque apenas tengo tiempo suficiente para escribir cosas coherentes o, al menos, que merezcan ser leídas. En segundo lugar, porque tengo una facilidad pasmosa para adaptarme a la rutina y ahora apenas me llaman la atención cosas que, seguramente, serían dignas de contarse si se mirasen con otros ojos. Un día de estos me cambiaré los ojos y escribiré un par de entradas decentes.
1 Comments:
No me puedo imaginar a Chick Coreqa con una camiseta de Spiderman...
Saludos,
Alí Omar
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