Hay
un blog supuestamente escrito por dos profesionales del sexo, una señorita y un transexual. Digo "supuestamente" porque en esto de
los interneses nunca se sabe, y la página personal con la que más te ríes y simpatizas luego resulta ser un mero ejercicio literario y se te va al carajo toda la empatía. En esta página he encontrado, aparte de algunas historias eróticas (o quizás pornográficas: el gusto refinado y la capacidad de apreciar los matices se pierden con el consumo masivo) y reflexiones variadas sobre el ejercicio de su profesión, un detalle de excepción: cuenta entre sus lectores habituales con un troll autoconsciente. Lo normal es que un troll sea molesto, faltón, irritante y, en definitiva, un completo capullo que apenas sabe escribir y que exorciza su afán de protagonismo intentando herir a los demás, pero que justificará siempre su actitud diciendo que tiene derecho a decir lo que le dé la gana y que si no quieres que te respondan, no escribas en lugares públicos ("o es q solo t podmos escribir xa decirte q guay eres? eres idiota. q t pires"). Pero este troll que ronda a las profesionales, pretende ser original y escribe cosas como éstas:
Hey, ya sabes que todo esto es para llamar la atención a toda costa. Vamos el procedimiento habitual de cualquier Troll “hijo de vecino”. Decir cualquier cosa con el fin de molestar y ofender a alguien, entonces me siento importante. Porque yo no entiendo que pueda herir los sentimientos de otros, para mi no son personas. Luego tu harás lo de siempre ignorarme y pedir que me ignoren, que es lo que no soporto. Entonces yo me volvere mucho más insistente, redoblare mis esfuerzos, dire cosas crueles y sin sentido hasta volver a desaparecer.
A lo mejor podríamos hablar por el messenger algún día. Aunque te advierto que no veo ningún feeling entre nosotros (¿Existirá la palabra “feeling”?)De verdad, es algo que capto.
Es decir, frente a otros que se justifican en una libertad de expresión cuyos límites parecen no conocer, éste juega a auto-psicoanalizarse y, de soslayo, seguir ejerciendo de auténtico troll. Curiosa forma de hacerse el interesante. Pero lo que más me llamó la atención de este tipo es lo que escribe a continuación en el mismo comentario:
A pesar de todo, aunque hubiera sido educado desde el principio hay un problema. Eres una puta, nunca lo había pensado ¿Quién podría hacer amistad con una puta? Tal vez un chulo y yo no soy un chulo, soy un señor. Eres la parte de nosotros mismos que todos odiamos. Porque joder.. a mi me encanta la gente hipócrita. Me encanta que me mientan, nos encanta que nos mientan. Con las mentiras se hacen los sueños, los matrimonios, el amor, la amistad. Ser tan cínica como eres es un insulto a la sociedad, es un insulto a la cultura. No es que seas una fulana, es que no te callas lo que piensas. Hay que tener más talento para callar que para hablar, seguro que también lo sabes.
Lamento que no seas una zorra, son las mejores.
Sólo puedo apostillar tres cosas:
1) Dice "eres una puta, nunca lo había pensado". Ahí le debe de haber patinado un poco la inspiración: decir eso en un blog llamado Yo Puta, es como decir "no sé leer".
2) Confunde "cultura" con "buenas maneras", quizás porque ambas expresiones son sinónimas de "educación", sin darse cuenta de que se puede ser culto y ser un asocial. O gentefóbico, como se declara un amigo mío de cultura enciclopédica.
3) Hasta que leí a este tipo nunca me lo había planteado, pero tal y como él lo pinta, no está nada mal lo de ser puta.
1 Comments:
De todas formas, sigo sin entender el fenómeno de los trolls. ¿A qué necesidad responde? No me ha salido ninguno en el blog, pero el día que salga, que le den... Cuánto aburrimiento hay en el mundo, por favor...
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