miércoles, julio 04, 2007

Qué divertida es la política burguesa

"Se lo diré de la manera más suave posible: usted se puso de acuerdo con ETA, usted ha traicionado la confianza de los españoles, usted no es de fiar y usted no está en condiciones de gobernar. Usted, que pregona educación cívica, debería saber que en sus circunstancias no caben más que dos opciones honorables: o nos muestra las actas que prueben su inocencia o debe tomar usted inmediatamente el camino de la Zarzuela."

(Mariano Rajoy, falaz contumaz)

Lo peor de todo es que este payaso sinvergüenza no se dará cuenta del disparate que ha dicho. O sí, y le dará igual, sabiendo como sabe que su clientela no le va a pasar factura por cosas así, sino todo lo contrario. A saber qué será lo próximo.

3 Comments:

Blogger Carlos Barrios said...

A ver el 'disparate':

Mariano Rajoy le insta a Zapatero en el Parlamento, el día del debate sobre el estado de la nación, a que intente demostrar que no ha dicho una sarta de mentiras desde que es Secretario General del PSOE (que es lo que conocemos, de momento) hasta hoy.

¿Nuestra política te parece burguesa y divertida?

Cuando las personas recurren a los insultos es que se les ha acabado los argumentos. Y qué triste casualidad que 'payaso sinvergüenza' sea sólo un ejemplo de todos los que hay en este blog.

En fin, que a lo mejor te hacen falta meses para comprenderlo.

2:57 p. m.  
Blogger Cronista Disperso said...

Pues sí, criaturita, "a ver el disparate" es lo que tenías que haber hecho: darle al link, leer la entrada de la wikipedia y aprender lo que es una "prueba diabólica", es decir, exigir a alguien que pruebe lo contrario de lo que uno afirma, so pena de que esto último quede establecido como verídico. Si no te gusta esa entrada de la wikipedia en concreto, puedes irte a la portada, buscar "Falacia" y ahí verás citada la inversión de la carga de la prueba.

La política del Parlamento es, por definición, burguesa. Y no me parece divertida, sino sórdida, pero supongo que sabrás qué es la ironía.

Llamar a Rajoy "falaz contumaz" y "payaso sinvergüenza" no es insultarle, sino describirle, y te explicaré por qué:
- como ha quedado demostrado, se sirve de falacias;
- porfía en el error, luego es contumaz;
- siendo Registrador de la Propiedad y, por ende, Licenciado en Derecho, debería tener una mínima noción de que quien alega algo es quien tiene el deber de probarlo, así que saltarse el onus probandi a la torera es, como poco, síntoma de una grave falta de vergüenza.
- y payaso... pues no, la verdad es que no mueve a la risa, sino todo lo contrario. Pero un payaso también puede ser siniestro, como en el caso de It.

No es obligatorio leer este blog. Si está lleno de insultos, y ello te desagrada, no tienes por qué entrar. De verdad.

No llamaste mi atención cuando me adulabas injustificadamente, quizás esperando que entrara en tu blog para escribir comentarios igualmente aduladores hacia ti. Tampoco ahora me impresiona tu tono desdeñoso y altivo. Si quieres convertirte en azote de este humilde bloguero, adelante, me resultará muy divertido. Pero no debería resultarte muy difícil encontrar algo infinitamente mejor a lo que dedicar tu tiempo.

5:42 p. m.  
Blogger Carlos Barrios said...

¿Qué será lo próximo?

Despreciar continuamente a las víctimas del terrorismo, desarticular competencias del Estado atribuyéndoselas exclusivamente a una Comunidad Autónoma acrecentando la brecha –como fruto de las exigencias de un dirigente socialista–, darle recursos de Estado al entorno terrorista –listas de empadronamiento, poder en Ayuntamientos, financiación–, negociar directamente con los pistoleros –una decisión especialmente personal de Zapatero–… Por eso la pregunta de ¿qué sera lo próximo? es tan buena, porque llevamos preguntándonosla durante prácticamente tres años en España… y ha llegado el momento de averiguar cuál es el grado de confianza que podemos otorgarle a Zapatero. ¿Alguien sabe qué será lo próximo? Si algo ha demostrado este Gobierno es la gran dificultad de pronosticar con una mínima aproximación cuáles van a ser las siguientes aventuras personales de Zapatero.

Es evidente que Rajoy sabe muy bien lo que es la prueba inquisitorial (por cierto, que además de falaz, es algo ciertamente desagradable que alguien te exija una prueba inquisitorial y no se de cuenta del error que está cometiendo). Se da la circunstancia de que Rajoy no está empollándose asignaturas de derecho que ha suspendido, y por lo tanto no saca de quicio lo que fue una manera de hablar en lo que, obviamente, no era un proceso judicial –¿pero esto de verdad esto hay que decirlo?– sino simple y llanamente un debate, eso sí, uno importante. A mí no me extraña nada que López Garrido se aferrara a las palabras de Rajoy como a un clavo ardiendo para tergiversarlas y atacarlo como buenamente pudiera… y algunos pocos espectadores caen en la manipulación, como siempre. No hay nada nuevo en la táctica socialista.

Pedir estas actas es hacer públicas las negociaciones. Lo que se ha publicado en medios terroristas no se puede ni se debe considerar cierto ni objetivo. Por eso es importante que se hagan públicas. ¿Por qué es un enorme problema plantear esto? ¿Qué negoció el Gobierno de España, por empeño de su presidente, con ETA? ¿Qué estaba dispuesto a dar a ETA para que dejase las armas y la extorsión? ¿Fue una anexión de Navarra al País Vasco?, ¿un referéndum de autodeterminación?, ¿el acercamiento de todos los presos?, ¿cambios importantes en la Constitución con el apoyo de grupos políticos?, ¿un Estatut para el País Vasco?, ¿todo o nada a la vez? Eso es lo que ha pedido Rajoy. Y no lo ha pedido más que por una razón, y es que sea público y lo sepamos todos. Y, si bien a la forma en que lo hizo, especialmente en esa frase (“hágalo para mostrar su inocencia”), es claramente mejorable, ya que a algunos les puede inducir al error de que se trata de una falacia al estar pidiendo una prueba inquisitorial, lo cierto es que es por lo menos importante pedirlo. Pudo ser un error de Rajoy en la forma, y estoy de acuerdo en que la forma es importante. Pero lo que quiso decir Rajoy, evidentemente, es que haga públicas las actas para que veamos si es verdad o no que no estaba dispuesto a negociar nada. Eso. De paso a lo mejor vemos otras cosas en las actas que no quiere hacer públicas Zapatero.

Es curioso, y sin duda alentador, cómo en numerosos y variados foros públicos de debate se perciben signos en muchos foros del malestar y la cierta desesperación del socialismo por la cercanía de las elecciones. Uno más, pero sólo uno, es la falacia de llamarle a Rajoy falaz por pedir las actas de las negociaciones con los terroristas que guarda la organización internacional de mediadores en Suiza.

Ya fue un signo de desesperación preelectoral la exageración en la escenificación del apoyo a su líder desde los escaños socialistas, llegando a levantarse hasta 75 veces; hacía tiempo que no se veía en el Congreso una necesidad tan grande de ocultar lo que es un secreto a voces: la disparidad de opiniones en el partido sobre la actuación de su líder y la conveniencia de que siga siéndolo. Y hoy tenemos otro signo más del ese nerviosismo, aplicando estrategias desde el Gobierno: reemplazo de los ministros menos carismáticos.

Por último tranquilizarte y decirte que no temas mucho en cuanto a mi participación en este blog. No pretendo educar a nadie, y mucho menos a ti, aunque me pregunto qué necesidad has reconocido. Agradezco tu preocupación por la gestión de mi tiempo, que aunque sin duda mejorable, sí que no es prioridad en estos momentos. Dicho esto, desde luego también te digo seriamente que no voy a entrar al absurdo trapo del pique personal. No lo voy a hacer. Sí que desde luego lo hago en el debate político, pero si no quieres que entre aquí a debatir sobre política también puedes decírmelo sin ningún problema.

3:47 p. m.  

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