martes, mayo 22, 2007

Tengo una pregunta con retranca para usted

Como es sabido, la premisa del programa Tengo una pregunta para usted es bien simple: se coge a un político y se le pone ante 100 personas elegidas de entre el pueblo llano para que éstos tengan la oportunidad de hacerle llegar "lo que de verdad preocupa a los ciudadanos" y aquél pueda lucirse respondiendo de la manera lo más atinada y campechana que pueda. Aunque al menos de la mitad de los entrevistadores se queda sin decir ni pío y las respuestas de los entrevistados suelen bascular entre lo insustancial y lo anecdótico, procurando siempre echar balones fuera en las preguntas comprometidas, las dos ediciones emitidas hasta ahora han servido para que nos enteremos de que, a pesar de que ganan "bastante más de 300 €", los políticos rara vez pagan el café que se toman. Nunca te acostarás sin aprender algo viejo. Sin embargo, a la gente le encanta ver a políticos siendo entrevistados sin miramientos, sin los límites que la línea editorial o la cortesía profesional suelen imponer a los periodistas profesionales. "Ahí te quería ver yo..."
Ahora que el programa de TVE ha agotado los momentos estelares a que podía aspirar en esta legislatura y ya sólo vamos a ver, si acaso, a "invitados de saldo" como Llamazares (que ha pedido que lo inviten, igual que en su día tuvo que pedir que le hicieran un guiñol) o Labordeta (¿dónde hay que firmar para que lo lleven?), quizás sería conveniente ir pensando cómo contrarrestar en un futuro este pretendido efecto de cercanía que los políticos desean como agua de mayo. Ya se ha roto en parte ese efecto porque, ante preguntas formuladas de forma clara y directa, en lugar de dar una respuesta del mismo estilo, como el vulgo desea, los entrevistados suelen irse por las ramas y responder con retórica parlamentaria. Pero no es difícil imaginarse al equipo de los potenciales entrevistados estudiando a fondo sondeos de opinión, escuchando tertulias radiofónicas y memorizando listas de precios de productos de primera necesidad, para así poder aleccionar al político en cuestión sobre cómo parecer una persona normal y corriente. Así, con un poco de práctica acabarán por aprender a disimular que viven en un mundo diferente al que habitamos nosotros, la chusma.
Una de las posibles maneras de pillarlos en fuera de juego sería que, en lugar de preguntarles algo sencillo y directo (si le parece normal lo caro que estan los pisos o si hará algo para que los libros de texto sean gratis), se les hicieran preguntas enrevesadas y de contenido técnico, del tipo:
- ¿Cree usted que el alto nivel de deuda pública acumulada por las Comunidades Autónomas puede provocar un efecto de crowding out sobre el crédito disponible, privando así a los sectores competitivos de nuestra economía de los capitales que serían necesarios para evitar que el elevado peso del sector inmobiliario en el PIB provoquen una situación similar a la conocida como "dutch disease" en la economía española?
Y si esto fallase, siempre quedaría la opción de recurrir al surrealismo en versión autóctona:
- Me alegro de tenerle aquí delante, porque yo quisiera saber si en su opinión con lo poco que ha llovido este año, que ni se moja el campo ni refresca, como bien decía un cuñado mío del pueblo, que heredó la casa de sus abuelos pero no se le ocurrió otra cosa que hacer reformas y, claro, impuesto que viene, factura que va, que hay que ver lo que cobran los albañiles y lo caro que está el cemento, tuvo que venderle la casa a unos alemanes, que eran gente muy educada porque otra cosa no, pero educación sí que hay en esos países de Europa que tan avanzados se dicen, pero luego todos se vienen de vacaciones a España, que digo yo que allí no quedará nadie en verano, que hasta a los jubilados se vienen a vivir a Mallorca, que yo digo "vienen", pero no soy de Mallorca, no se confunda usted, pero es una forma de hablar, pero pienso yo que ya quisiéramos nosotros poder comprar una casa de vacaciones con la jubilación porque aquí, con cuatro duros que te dan ya parece que tienes que dar las gracias, pero se ve que allá el sol lo ven poco y por eso vienen, y me hace gracia que son tan frioleros que se dejan los calcetines aunque vayan con sandalias, que eso, hasta que no lo vió, no se lo creyó mi suegro, que en paz descanse, que se dedicaba a vender los melones del pueblo en el pueblo de al lado, no porque a nosotros no nos gustasen, que si así fuese no los plantábamos, sino porque andábamos sobrados de melones, que eso siempre fue un chiste en la comarca, pero no todo puede ser abundancia porque ya andábamos faltos de mujeres, así que me dije yo, y le dije a mi mujer, que también se sabe que en la casa de uno manda uno, y uno manda lo que quiera la señora, pues dijimos que al chico mejor lo mandábamos a estudiar fuera y que se buscara una novia de por ahí, porque de las mozas del pueblo, la que no era prima, era prima segunda, y usted ya sabe lo que pasa, no hace falta que yo lo diga, y el chico no es que sea el primero de la clase, pero pasito a pasito se hace el caminito, que te estás labrando un futuro para no tener que labrar el campo, le digo yo siempre, entonces me preguntaba si usted cree que la situación así se puede mantener o que esto va a dar un cambio, "catapum", como quien dice, o que a todo se acostumbra uno menos a las almorranas, que es lo que decía un vecino del pueblo que al pobre le dió un cólico nefrítico y del susto casi se nos muere cuando lo llevaban al hospital, que tuvieron que llevarlo en taxi porque la ambulancia esa semana no andaba y el mecánico que tenemos no es que sea gandul, pero trabaja poco, y así que ya termino porque no quiero quitarle tiempo a estos señores y estas señoritas que también querrán preguntar de lo suyo, y como le digo yo sólo quería saber si usted esto lo ve normal, que yo no sé dónde vamos a parar y cada día duermo peor y no sólo por el quiste que me salió de este lado de la espalda que no me deja coger bien la postura, que cualquier día se nos va al carajo el mundo y nosotros con él. Gracias.

1 Comments:

Blogger Lilith said...

Es una pregunta interesante esa que me hace. La culpa de todo, sin lugar a dudas, la tiene Bush. O Chávez, o ese tipo de las barbas de Irán... cualquiera menos yo, oiga. Y el Madrid, qué? ¿otra vez campeón de Europa?

1:11 a. m.  

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