lunes, junio 04, 2007

Profundizando

Dado que tengo una audiencia tan escasa como exigente, que no duda en reprocharme que no informo (a pesar de que nunca adquirí ese compromiso) y que me acusa de tirar la piedra para luego esconder la mano (aunque resulte obvio que ni piedra ni mano puedan interesarle lo más mínimo), me explayaré sobre el vergonzoso panorama de la política en Canarias.
* Empecemos por lo menos grave, aunque sólo sea porque también ha ocurrido en otros lugares de España. Hace ocho años, Izquierda Unida cosechó un éxito histórico en mi pueblo al conseguir un acta de concejal. Este concejal, José Antonio González, hizo bastante bien su papel, pero debido a discrepancias con la dirección del partido en Lanzarote, en las siguientes elecciones se presentó en las listas de Alternativa Ciudadana, grupo político que surgió en Lanzarote en respuesta a la podredumbre reinante en la política insular (podredumbre en la que no ha tardado en caer, como veremos). Salió elegido de nuevo y volvió a desempeñar un papel más que digno, de nuevo en la oposición. Sin embargo, cuando hubo oportunidad de echar al sinvergüenza del alcalde mediante una moción de censura, la asamblea de Alternativa Ciudadana decidió que no convenía que un partido que pretendía dignificar la vida política se viera envuelto en los típicos tejemanejes de la política profesional, de modo que tuvimos que esperar hasta las recientes elecciones para poder ver un cambio en el ayuntamiento. Esta decisión de Alternativa Ciudadana provocó dos cosas: por un lado, se ganaron los calificativos de "iluminados", "mesiánicos", y otros igualmente apropiados. Por otro lado, José Antonio González renunció a su acta de concejal por coherencia, ya que él se mostraba partidario de "destronar" al alcalde. Su dimisión fue todo un acto insólito en Lanzarote, donde muchas veces se ha visto que un político se vaya del partido en que fue elegido, pero casi nunca se había dado el caso de que también "renunciase a la teta". Finalmente, en estas últimas elecciones José Antonio González se presentó dentro de la lista del PSOE (en el quinto puesto) y volvió a acceder a un acta de concejal. Ya veremos qué tal lo hace.
* Siguiendo por algo que también es muy común, hablemos de Alternativa Ciudadana. Este grupo surge en Lanzarote en 2.003, impulsado por diversos grupos vecinales, ecologistas, etc... Se suponía que, frente a los políticos profesionales, Alternativa representaría la voz de los ciudadanos. Hicieron una campaña bastante original, en la que utilizaron siluetas de colores, en lugar de los típicos carteles electorales con candidato sonriente. El partido tenía un funcionamiento asambleario y abierto, hasta el punto de que cualquiera que se acercara por la sede a la hora de una asamblea era invitado a quedarse. Esto me pasó a mí un día, que fui a buscar a un amigo, militante de Alternativa, y al final, como no aparecía, me quedé a ver de qué hablaban en la asamblea. Se dijeron unas cuantas cosas interesantes, unos cuantos disparates y, en definitiva, todo fue como cualquier asamblea de cualquier grupo político minoritario: más buena voluntad que tino, pero algo es algo. El problema llega con las últimas elecciones, a la hora de decidir quién se presenta. Se supone que, al ser un partido asambleario y ciudadano, no tienen por qué ser las mismas personas las que se presenten en las listas. Sin embargo, algunos creen que el trabajo realizado estos cuatro años les hace merecedores de seguir en la cabeza de lista. Lo que parece, desde fuera y desde la lejanía, es que las posturas se dividían entre quienes decían "no queremos ser políticos profesionales, pero no está mal tener un cargo" y quienes decían "nadie puede ser imprescindible en Alternativa (pero por si acaso, ponme segundo en la lista)". Total, que como viene siendo norma en cualquier agrupación política que se pueda considerar mínimamente de izquierdas, hubo escisión: se presentaron, por un lado, Alternativa Ciudadana y, por otro lado, Isla Alternativa. Dicho en términos mundanos: Andrés Barreto, de Intersindical Canaria, consiguió "limpiar" AC para convertirla en correa de transimisión de su sindicato (¿qué diría Lenin de esto?) y Pedro Hernández se fue con la música a otra parte. Sumados los votos de ambos grupos, hubieran repetido los resultados de hace cuatro años. Pero divididos "barretistas" y "periquistas", la política lanzaroteña vuelve a ser patrimonio exclusivo de los de siempre, sin siquiera una voz que les incomode (que tampoco es que AC diera para mucho más).
* Sigamos ahora con los casos sangrantes. El Partido de Independientes de Lanzarote, PIL, siempre ha sido el partido de Dimas Martín, quien, a pesar de haber sido condenado en varias ocasiones por prevaricación, cohecho y alguna que otra cosa más, sigue obteniendo resultados favorables (lo que, por otra parte, dice mucho del electorado lanzaroteño). La singular carrera política de este personaje merecería no ya una entrada en este blog, sino todo un libro, que bien podría titularse "Dimas Martín. Historia de la corrupción consentida." En las elecciones de 2.003, una serie de pesos medios de la política lanzaroteña se presentaron por el PIL en varios ayuntamientos, y acompañando al propio Dimas en la lista para el Cabildo. Una vez elegido Dimas Martín como presidente del Cabildo, en 2.004 es condenado a tres años de cárcel por un delito de cohecho cometido en 1.995. Dejando a un lado el esperpento que supone que no llegase a dimitir como Presidente del Cabildo hasta meses después de haber ingresado en la cárcel (mientras tanto, tuvimos la curiosa figura de un "Presidente accidental" al frente de la institución insular), empezó a hacerse evidente, por la duración de la condena y por el resto de juicios que tenía pendientes, que la carrera de Dimas Martín en la política activa había acabado. Al menos, así lo creyeron los pesos medios a los que antes me he referido, que buscaron cobijo en Coalición Canaria. Véanse estos enlaces: 1, 2, 3 y 4. ¿Y qué pasó con Dimas? Como el Cid, gana batallas después de muerto (en sentido metafórico, se entiende): en las recientes elecciones pone a su hijo de cabeza de lista al Cabildo y el PIL obtiene unos resultados espectaculares. En cuanto a los que le abandonaron, sus resultados han sido tan malos que alguno, como María Isabel Déniz, ni siquiera se ven capaces de ocupar el cargo.
* Por si no hubiera bastante con lo dicho, hablemos un poco del Centro Canario Nacionalista, partido escindido de Coalición Canaria. Una de las cabezas visibles de este proyecto es Lorenzo Olarte, quien fuera presidente de Canarias entre 1.989 y 1.991, (elegido en las filas del CDS), y que luego hizo carrera en Coalición Canaria. Tras haber anunciado su retirada, decidió hace poco volver a la arena política para salir sonriendo y photoshopeado en los carteles electorales de CCN. Este partido, que ha cosechado resultados bastante malos, es también conocido por ser el refugio de algunos políticos que, habiendo agotado su carrera en otras formaciones (principalmente, el PP), prueban suerte en sus filas. Éste, precisamente en mi pueblo, es sólo un caso entre otros tantos. Habría que preguntarse cómo puede compatibilizarse haber estado en el PP y luego saltar a un partido que se hace llamar "Centro Canario Nacionalista". Que cada uno saque sus conclusiones.
* Por último, habría que hacer un análisis sobre Coalición Canaria, su nacimiento como contubernio de partidos insularistas, la posterior deriva "tinerfeñista" en virtud del predominio de ATI y sus satélites en las islas menores, y la consecuencia inmediata de dicha deriva: la descomposición, en la provincia de Las Palmas, de CC en varios partidos y agrupaciones que no han ido a ninguna parte.
Pero estoy cansado y asqueado de escribir sobre algo tan nauseabundo como es la política canaria, y tengo que estudiar. Con lo dicho, es suficiente para ver que mis palabras en esta entrada no eran infundadas, quod erat demostrandum.

1 Comments:

Blogger Carlos Barrios said...

Qué wiki. Es muy, muy, muy... demasiado... enciclopédico.

12:21 a. m.  

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