La amistad
De un tiempo a esta parte del concepto de amistad está bastante devaluado por culpa de las redes sociales de interneeeeet. Dado que son páginas web dedicados a recopilar información sobre los gustos de sus usuarios (todo sea por el marketing eficiente) a cambio de hacerles creer que estar sentados ante un ordenador durante horas es compatible con relacionarse con sus semejantes, no es extraño que en sitios como facebook un amigo pueda ser "el conocido de un conocido en cuya fiesta me colé una vez y me estuvo dando la tabarra mientras yo asentía con tal de poder seguir gorroneando cervezas". Tampoco es grave: poniéndonos relativistas, es perfectamente legítimo que uno crea que la amistad consiste en dejar que alguien vea las fotos de tus viajes y borracheras, que haga comentarios sobre ellas con ortografía y sintaxis deficientes y luego invitarle a que haga tests del tipo "¿Qué día de la semana eres?", "¿Qué serie de los ochenta eres?" o "¿Qué asesino en serie eres?".
Pero, puestos a relativizar, también será legítima mi opinión, ¿no? Y opino que, si es verdad aquello de que el discurso transforma la realidad, llamar "amigo" a alguien cuya relación contigo se resume, a grandes rasgos, en que aparece en tu lista de contactos de una red social en internet, hace que la realidad sea un poco peor. Bastante, de hecho.
Aunque, por supuesto, todo esto da igual: no es, ni de lejos, la peor barbaridad que se comete con el lenguaje. Y si realmente alguien dedicara más de cinco minutos a pensar sobre ello, no creo que decidiera apagar el ordenador y quedar con algún amigo de verdad para saludarse con un abrazo, tomar unas cañas y hablar de todo y nada. En lugar de eso, probablemente pediría que en facebook se pudiera etiquetar a los contactos como "amigo", "familiar", "conocido", "compañero de trabajo", etc... Incluso crearía un grupo en la propia página para que los usuarios pudieran hacerse "fans" de la iniciativa. Y es que, dado que en el capitalismo todo cuanto existe, existe en forma de mercancía, nada es ajeno al marketing: no hace falta que nada cambie, si puedes conseguir que parezca más atractivo, funcional, moderno, lo-que-tú-siempre-habías-querido, etc.
2 Comments:
Eso digo yo... Por eso cuando un chico me envió un correo privado diciendo que quería conocer chicas majas de Madrid le contesté: pues buena suerte. Obviamente no voy a agregar a un completo desconocido si mi interés de estas redes es puramente profesional (lo que tenemos los bibliotecarios, ¿qué te parece?) o de cotilleo de fotos de mis amigos que andan lejos por Galicia. Si le sumamos a esto que no veo apenas a nadie, es una ayuda que me hace sentir que tal vez me relaciono... Mi opinión, aunque quizá exagerada es que, cuando alguien tiene 200 amigos en el facebook, todavía vive la adolescencia esa en la que se ponía la gente a chatear como locos con quien fuera.
Benditas redes sociales, que nos ahorran relacionarnos con la gente real.
PD: todo tipo de iniciativa como la de "qué tipo de película eres", "tu amigo te envía un abrazo" y similares, las borro nada más llegar...
Efectivamente, si facebook llamara "conocidos" a los "amigos" no vendería un carajo.
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