miércoles, marzo 27, 2013

Efectividad

Ayer empecé de nuevo a leer un libro que había abandonado hace tiempo. Al leer el prólogo recordé por qué lo había abandonado en un primer momento: el autor parece que escribe con un manual de escritura efectiva siempre a mano, pero para aplicarlo al revés. Es decir, en lugar de escribir «pues al final se ha quedado buena tarde, ¿no?», escribiría algo como:
«Considero que, pese a tratarse de un lugar común ampliamente documentado, no es superfluo señalar que la fase vespertina de esta jornada ha adquirido unas características que, desde una perspectiva amplia y conciliadora, podrían ser calificadas como positivas, sin que ello obste para la admisibilidad de otras consideraciones que amplíen o maticen dicha calificación, a la luz de nuevos datos o apreciaciones subjetivas que permitan trazar una descripción omnicomprensiva del momento presente.»
Todo tiene su lado positivo: preveo que en una temporada no voy a tener problemas para conciliar el sueño.