Ay, Владимир Ильич, qué olvidadito te tienen...

Hoy, antes de ir a trabajar, desayuné viendo un trozo del programa de Susanna Griso. Justo antes de apagar la tele para salir corriendo (siempre he sido un remolón), escuché a Miguel Ángel Rodríguez, portavoz del primer Gobierno de Aznar, decir que el recurso contra el Estatuto de Autonomía catalán no iba a prosperar finalmente, "porque se ha muerto un magistrado".

A veces echo de menos ser (al menos un poquito) leninista, para poder disfrutar cuando los políticos se dedican a deslegitimar al Estado y sus instituciones. Que no es que les falte razón, pero si no ponen el suficiente empeño en disimular, esto acaba siendo como una película mal interpretada: se queda uno con una sensación a medio camino entre el asco y la somnolencia.

¡Qué país, madre! ¡Qué país!